Una nueva era en la selección mexicana ha comenzado: después del proceso mundialista que se vivió con Juan Carlos Osorio, ha llegado Gerardo «Tata» Martino a tratar de imponer un estilo de juego en sus pupilos; pero, ¿a qué juega el «Tri» del «Tata» Martino?

Cuadro titular de México frente a Ecuador

El guardameta de la ventaja posicional

Orozco, desde mi punto de vista, es el tipo más idóneo para estar defendiendo el arco tricolor; sus grandes trazos hacia los lejanos generan una gran ventaja a su equipo. Además de esto, este tipo de trazos los aprovechan de gran los extremos que estén en el momento, ya sea Alvarado o Pizarro.

En el partido en contra de Venezuela, pudimos observar una función que pocas veces se le había visto a Jonathan: el poder fungir como líbero. La jugada iniciaba en los pies de Orozco y ante el adelantamiento de la línea defensiva tricolor, el guardameta de Santos salía de su área para surtir de pases a sus defensores.

A pesar de todo esto, Guillermo Ochoa se perfila para ser el titular frente a Ecuador y, lo más probable, a lo largo de toda la Copa Oro. En esta posición es en donde menos sufre la selección mexicana, ya que en mucho tiempo México ha tenido grandes porteros.

Grandes ataques por medio de la defensa

Los laterales mexicanos juegan un papel muy importante en el esquema táctico de Martino, ya que ellos tienen constante llegada por las bandas y ofrecen muchas ventajas, sobre todo a Raúl, a la ofensiva. Navarro y Gallardo lo hicieron bien ante Venezuela, ahora el turno es para Sánchez y Rodríguez; veremos como será su desempeño.

La arquitectura del mediocampo tricolor

Ante la lesión de Edson Álvarez en el partido frente a Venezuela, Martino metió al hombre que más se asemeja su función dentro de la cancha: hablamos de Diego Reyes. El futbolista del Leganés estará como mediocentro intentado destruir el juego de Ecuador por medio de la presión. Los interiores, Jonathan y Andrés tendrán funciones muy particulares; Dos Santos será un interior de recorrido, esto quiere decir que su llegada al área será constante, por lo que podría considerarse como un elemento más al ataque mexicano. Guardado, por su parte, será el encargado de la creación de las jugadas de peligro, así como también de dar claridad al equipo tricolor.

Precisión e inteligencia del ataque mexicano

El delantero que se perfila para ser el titular indiscutido es Raúl Jiménez, y no es para menos. La temporada que ha tenido el atacante del Wolverhampton ha sido la mejor de su carrera, no solo por los goles que produjo, sino por la inteligencia que ha desarrollado dentro del campo; además de que el sistema de juego 5-3-2 potencializa su juego.

Jiménez no es un centrodelantero fijo, ya que este tiende a salir del área y ayudar en la generación de jugadas de peligro por lo que es de mucha ayuda en el esquema de Martino. Además de esto, los extremos contribuyen en gran medida a la finalización de las jugadas. Los casos más recientes que vimos fue en el partido frente a Venezuela, donde Pizarro y Alvarado anotaron goles.

Hay que esperar cuál será el funcionamiento del equipo mexicano a lo largo de la Copa Oro, pero lo visto en los últimos partidos, deja buenas sensaciones de una selección que está necesitada de una idea de juego y, con Martino, parece que las cosas van como viento en popa.