En una de las liguillas más aburridas y sin muchas emociones de los últimos tiempos, Tigres se coronó  campeón del fútbol mexicano por séptima vez en su historia, dejando mucho que desear; levantó el titulo con un pobre fútbol, poco espectacular e incluso calificado de “ratonero”, pero si el sistema así lo permite ¿quién dijo que estaba mal?.

En esta ocasión, Ricardo “Tuca” Ferretti exprimió al máximo su filosofía para resultar campeón, y es que Tigres ÚNICAMENTE tuvo que hacer 4 goles para levantar el trofeo, sí, solo 4 goles en la liguilla, 4 goles en 6 partidos. ¿Ratonero?, ¿aburrido?, ¿resultadista?, sí, llámelo como usted quiera, pero al final logró el objetivo, hizo feliz a los aficionados e igualó el récord de don Nacho Trelles.

Las formas no son nada espectaculares ante los ojos de los aficionados y/o analistas deportivos, pero sí las más eficaces. Si bien es cierto que “con el cuchillo entre los dientes”, y “el rosario en la mano” el equipo felino sacó todos y cada uno de sus partidos en liguilla, pero al final le bastó; hay equipos que se preocupan por “jugar bien”, ser espectaculares, pero que se quedaron en el camino, que perdieron y que no fueron campeones.

“Tuca” es el técnico más inteligente, el que mejor conoce y entiende el consentidor sistema de competición de la Liga MX, y es que el torneo te da tantas facilidades y comodidades que no es necesario sudar de más la camiseta, no es necesario hacer un esfuerzo extra para levantar un título; el sistema te permite tener un inicio malo, de la jornada 1 a la 5 jugar mal. Más o menos ir tomando ritmo de la jornada 6 a la 9, para cerrar con todo de la 10 a la 17 y clasificar entre 8vo y 6to.

En la liguilla, en los partidos de eliminación, el primer criterio de desempate es la posición de la tabla, por lo que si eres de los 4 primeros lugares, tendrás una comodidad absoluta y solo bastará con empatar, quitándole la emoción y el espectáculo a los partidos (como claramente sucedió en esta liguilla). León fue mejor, sí, pero Tigres fue más inteligente, se aprovechó de las comodidades de un frágil sistema, hizo lo necesario, ni más ni menos. Las Chivas de Almeyda hicieron exactamente lo mismo en 2017. ¿Quién dice que está mal o que tiene menos valor?.

Si queremos equipos espectaculares y campeones dignos, hay que modificar el sistema de competencia, porque al final el culpable es EL SISTEMA, que tienen tantas fallas que se ven reflejadas en la Selección Nacional, el ejemplo más cercano es el fracaso de la Sub20.

Por Diego de la Vega.

@diegodelavm5