Por: Eduardo Aguilar

Vemos constantemente en los medios como se atacan a personajes que no cumplen con nuestra forma de pensar o sentir; el estratega italiano, Genaro Gattuso es el nuevo blanco de muchas críticas por parte de la afición mexicana al no considerar a Irving Lozano como pieza elemental o de repuesto en su equipo. 

Los comentarios pueden ir desde los más sutiles señalamientos tácticos, hasta las groserías más duras que existen: “no sabe de estrategia” “es un ignorante, ¿cómo no vas a alinear al todopoderoso “chucky Lozano?”, o en su caso también atacan directamente al Napoli: “vete de ahí Chucky, no te valoran”. En fin, este sentido patriótico de defender a los nuestros muchas veces nubla nuestro juicio.

Hay que ser sensatos a la hora de reclamar e identificar las cualidades de un jugador, y tristemente, Irving no es la estrella que hemos creído que es; no pienso que sea un mal jugador, o que no tenga el nivel para jugar en Europa, porque cualidades tiene, al igual que muchas carencias. Es así que las razones por las cuales está borrado del club napolitano no van por la “ineptitud” o “coraje” de Gattuso. 

La primera razón es que Lozano es un jugador con muchas limitantes, cumple sólo funciones muy específicas, por ejemplo, puede brillar solo ante defensas abiertas, no es el personaje más asociativo que digamos. En el mano a mano, no logra desprenderse de rivales a través del drible, siempre busca la carrera por velocidad, lo cual lo vuelve predecible. No es un jugador que interprete bien los momentos del juego, para Irving siempre es correr lo más rápido, llegar al área e intentar anotar, y el Napoli ya no está para eso; en el nuevo esquema de Genaro, se opta por jugar con 2 puntas que sepan jugar de espaldas y claramente Mertens en Insigne lo logran de mejor manera. 

En palabras del propio estratega es que Lozano aún no está listo; pero nos cuesta, nos duele que bajen del pedestal a nuestros héroes. Debemos saber reconocer las limitantes y aceptar las condiciones de estos ídolos: claro que Lozano tiene nivel europeo, pero no nivel para un esquema tan rígido y pragmático como el del Napoli. En Holanda brillaba porque la liga lo permitía, todos sabemos que es un espacio competitivo pero no tan exigente como las cinco grandes ligas.

No es malo aceptar que un jugador de los nuestros no está capacitado para jugar al más alto nivel; resulta negativo creernos todos esos cuentos míticos en donde por meterle un gol a la campeona del mundo, el futuro del balompié nacional está asegurado, esto solo hacen más estrepitosas las caídas. 

Es culpa y responsabilidad de todos: de los medios por “inflar” a los jugadores luego del mínimo despunte o una pequeña muestra de calidad, se convierte  en el caudillo que rescatará al triste fútbol nacional; culpa de los aficionados que creemos y nos ilusionamos con tan poco. No es que Irving sea un jugador “chico”, pero tampoco es “el grande” que nos venden, tiene limitaciones importantes que impiden su evolución futbolística, y mientras no entendamos eso, los malos siempre serán tipos como Gattuso, que sín Lozano tiene al Napoli en la final de la Copa italiana. 

1 pensamiento sobre “Chucky, el que no encaja

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