Giovani ha tenido una carrera que  cualquier niño soñaría, solo que esa carrera parece estar escrita al revés. Un jugador talentoso, que empezó como una promesa del fútbol mexicano, se apagó con el tiempo, convirtiéndose en un jugador más. Hoy tiene una nueva oportunidad de brillar, una oportunidad de demostrar que aún tiene cosas que darle al fútbol, buscará revancha en su nueva aventura: Club América.

De campeón mundial sub17 a jugador inactivo de la MLS, de ese nivel ha sido el contraste en la carrera de Gio, un diamante en bruto que nunca terminó de pulirse. Perú 2005, nos presentaba a una generación dorada, “los niños héroes”, nombres como Carlos Vela, César Villaluz y sobre todo Giovani Dos Santos, saltaban a la luz como el gran futuro del fútbol mexicano.

Ser canterano de La Masía, la escuela de fútbol del FC Barcelona, donde compartiría vestuario con Ronaldinho, incrementaron las expectativas e ilusiones de la afición mexicana; condición y argumentos futbolísticos tenía paratriunfar, pero ante la falta de oportunidad, y una fugaz etapa en su equipo debut, emigró a Inglaterra.

Luka Modric fue presentado el mismo día que Dos Santos, procedente del Dinamo Zagreb, llegó al Tottenham con un cartel menor que el del canterano culé, sin embargo la historia ha sido muy distinta para ambos; el croata fichó con el Real Madrid, levantó 3 copas de Europa, jugó una final del mundial y ganó un balón de oro.

Giovani pudo haber tenido una historia similar, tenía el talento para lograrlo, pero no quiso. Su bajo nivel de juego ocasionó que tuviera efímeros pasos por el Ipschiw Town de la segunda división inglesa, Galatasaray Turco, y Villarreal, donde vimos su mejor versión, pero no terminó de trascender. Incomprensiblemente cuando aún tenía nivel para seguir en Europa decidió llegar a la MLS.

Por 7 millones de dólares el Barcelona lo vendió, y de los 14 mdd llegó a costarpara el Villarreal, se devaluó hasta a los 2.2 mdd que el América pagó por él. Tras 6 meses de inactividad por no ser tomado en cuenta con el Galaxy, parece una compra arriesgada; pese a ser el fichaje bomba de la Liga MX (de ese nivel estamos), el mayor de los Dos Santos, con 30 años de edad, tiene una revancha consigo mismo, llegando al equipo de sus amores, donde puede ser la figura que prometió ser y que nunca logró, o reafirmar ser una falacia.

La historia de una promesa que no quiso cumplirse, de un jugador talentoso que nos regaló pinceladas de genialidad, pero no más. El curioso caso de un jugador su carrera la hizo al revés, del Barcelona al América. ¿Está a tiempo de reivindicarse?

  • Por Diego De la Vega.

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