Por: Erick Aguirre Huerta

Un resultado, un juego, puede cambiar radicalmente el proceso, las aspiraciones, los objetivos de los equipos o selecciones. Normalmente en las selecciones, en cualquier categoría, los torneos suelen ser muy cortos y rápidos, aproximadamente seis o siete partidos, dependiendo del campeonato son en los cuales se miden y se juzgan todos estos procesos. Suele ser muy injusto eso, un mal juego, un día complicado donde las cosas no salieron como se deseaban, los equipos normalmente terminan eliminados y en varias ocasiones, suelen juzgarse de forma equivoca, pues estamos acostumbrados a observar los resultados como lo único que importa y no vemos otros factores que de igual manera son valiosos.

Durante estos juegos panamericanos que se están disputando en Lima, una de las disciplinas que más llama la atención es sin duda el futbol, a pesar de que no van las grandes estrellas, esto sirve como un preparativo para lo que podríamos ver en los juegos olímpicos que se estarán disputando el próximo año en Tokio, Japón. En el caso del representativo mexicano, la exigencia siempre será estar en los primeros lugares, sobre todo en estos torneos, que anteriormente la selección ha destacado. 

Para esta edición de la justa deportiva más importante en América, el entrenador, Jaime Lozano, no podía contar con los mejores jugadores en su categoría para disputar este torneo, lo que, sin duda, vuelve más difícil la selección y el ser participe. Tras convocar a los jugadores que, en primera, sus equipos lo podían prestar y en segunda, el técnico creía que era lo mejor, se iba a disputar la fase de grupos, donde los rivales, en teoría, no eran del todo complicado. El primer juego era contra Panamá, en el papel se pensaba que era un partido sencillo, pero al ya plantear el partido, los canaleros complicaron en demasía el juego, llevándolo a donde ellos querían, al final un penal dudoso se marcó, pero Godínez lo fallo y se terminó empatando ese juego. En el segundo y tercer juego ante selecciones sudamericanas (Ecuador y Argentina) el combinado mexicano mejoro mucho su nivel, mostrando el futbol deseado, termino ganando los dos partidos y, por ende, fue primero de su grupo. 

Todo está preparado para que el tricolor disputara una final más, pues el rival en semifinales era la selección de Honduras, que fue segunda de su grupo con tan solo 4 puntos, pero normalmente el futbol suele dar sorpresas en momentos poco idóneos o donde nadie lo espera y esta vez no fue la excepción. Tras un partido que estaba totalmente controlado para México, ganando uno a cero, vino la debacle de forma bastante cruel, pues casi al finalizar el partido, los catrachos empataron el cotejo. Ya en tiempos extras, existieron varias expulsiones, no hubo jugadas de peligro y todo estaba listo para definir el juego en penales, donde los hondureños terminaron cobrando con gran calidad y acceder a la final.

Las críticas eran obvias, el perder un juego de eliminación directa, ante Honduras, que, sin menospreciar a la selección centroamericana, debe ser hasta una obligación ganar este tipo de partidos ante combinados como el hondureño. Sin duda, Jaime Lozano tuvo que ver mucho en esta derrota, desde la lesión de Aldo Cruz donde no modifico de manera adecuada y el equipo no reacciono de la mejor manera, tuvo un mal manejo del partido cuando tuvo la ventaja y cuando tuvo que modificar el sistema (Pues metió a Pablo López de extremo cuando el suele ser un mediocampista o interior) no lo hizo. Estos errores cuestan muy caros, a pesar de hacer un torneo medianamente bueno, el equivocarte de esta manera, no solo puede costarte el torneo, si no, el proceso en el cual se está inmiscuido. Pues en México solemos ser muy resultadistas, si el resultado hubiera sido diferente, el proceso con Jaime seguiría su rumbo como lo era antes de los panamericanos y sin duda pudiera trabajar de mejor manera. Pero con esto, la presión aumenta de forma considerable, pues, después de sacar un oro olímpico, las expectativas de todos son muy altas, a pesar de no tener las herramientas para volver a repetir una hazaña de tal magnitud como lo fue aquella tarde en Wembley, ante el Brasil de Neymar y compañía. El preolímpico para los juegos olímpicos de Tokio 2020 en el área de Concacaf está en juego, pues la primera ronda (En el caribe y Centroamérica) se está disputando. En teoría, México, si tiene toda las herramientas para disputar de buena manera el torneo, no se menosprecia y Jaime Lozano analiza todos sus errores, trabaja en ellos y los corrige, el combinado nacional deberá pasar sin tantas dificultades a la justa deportiva más importante del mundo.