Por: Eduardo Aguilar

Las actuaciones de Raúl Alonso Jiménez en el Wolverhampton han sido más que sobresalientes, al grado de volverse el referente del club. Sus goles, asistencias y jugadas nos hacen pensar: ¿Qué será mejor para él?, quedarse y consagrarse como leyenda de los Wolves, quienes, a pesar de sus limitantes, pelean puestos europeos contra el “big six” (Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham) o incorporarse a un club grande y tratar de ganarse un lugar.

Su nombre empieza a colocarse en diversos clubes, como el Arsenal, que atraviesa una de las épocas más complicadas de su historia, además de que lo ven como un buen relevo de Pierre Emerick Aubameyang, quien podría migrar al Barcelona. También ha sido posicionado en los Spurs, quienes necesitan un 9 luego de la lesión del jugador estrella Harry Kane.

Aquí el dilema es pensar si podrá lucir igual con una camiseta de más peso. Es decir, ser parte de un club en el que el centro de atención y el juego no circulen exclusivamente para él. En el Wolverhampton destaca porque el estilo que ha implementado el director técnico, Nuno Espírito Santo, las jugadas, tácticas sí o sí giran en torno al mexicano. (3 defensas, 2 carrileros, 3 mediocampistas y dos delanteros, siendo él, el único referente de área)  

Pero ahora pensemos en un posible escenario, en el que juegue para alguno de los clubes grandes, en donde la plantilla está plagada de estrellas; posiblemente meta algunos goles y se adapte al estilo de juego porque conoce la liga, sin embargo, no será el protagonista, ni del club, ni de las tácticas ni de nada, eso es un hecho. Aquel rol que ha ocupado desde su llegada a Inglaterra no lo podrá desempeñar.

No nos engañemos, a pesar de que jugadores mexicanos muestren calidad y destaquen, la continuidad no es una característica que se les pueda atribuir siempre; únicamente Hugo Sánchez, Andrés Guardado, Carlos Salcido y Rafael Márquez han dejado un verdadero legado europeo, ni siquiera el propio Javier Hernández lo hizo, un hombre de más mercadotecnia que de otra cosa. 

En la posición en la que juega Jiménez, la de centro-delantero, hay una constante producción de jugadores por parte de diferentes potencias futbolísticas: Argentina, Brasil, Alemania, Francia y diez más arriba de México. Es entonces que ocurre cierto elitismo que desfavorece al “lobo” de Tepejí: para un club importante, un mexicano nunca dará las mismas garantías que un ariete brasileño o uno alemán.

No se trata de demeritar lo que está haciendo con su equipo, porque son cifras y un rendimiento histórico, tanto para el club, como para un futbolista mexicano. Es de aplaudir que se haya convertido en el futbolista de Wolverhampton con más goles en Premier League (24), y de admirar que en 2019 haya quedado como el quinto jugador más participativo en todo el mundo (34 goles y 11 asistencias).

Con todo esto, Raúl tiene su oportunidad de hacer lo que quiera: puede quedarse en los Wolves, bañar su hombre en letras de oro y ayudar al club a progresar para crear una historia juntos; o dar un salto de calidad y buscarse una oportunidad en algún equipo grande, con el riesgo de que lo remplacen ante la más mínima muestra de bajo rendimiento. Ambas opciones son posibles y solo él tiene la última palabra. 

Pero Raúl, escucha a tu gente, esa que va cada dos semanas al Molineux Stadium, y que te canta: “… Nuestro número 9, dale el balón y él anotará. Sí señor, pásale el balón a Raúl y él marcará…”

1 pensamiento sobre “Jiménez, ¿listo para dar el salto?

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