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Incertidumbre, no hay otra palabra para describir el entorno de Lobos BUAP. Hace apenas un par de semanas, la empresaria Alejandra de la Vega, propietaria de FC Juárez, intentó adquirir la franquicia poblana, pero diversos factores, incluido el contrato televisivo, frenaron las negociaciones; incluso, el cuadro licántropo negó los hechos y reafirmó su estadía en Puebla. Hoy, la posibilidad de que Ciudad Juárez vuelva a tener fútbol de Primera División, se reaviva.

Es surrealista que un equipo sólo se haya armado con jugadores prestados, sin tener derecho de uno solo, y si lo tuvieron, éste tenía mayor control sobre su carta y decidió partir, como lo es el caso de Leonardo Ramos, quien está cerca de firmar por los Panzas Verdes del León. Asimismo, Francisco Palencia dejó el timón ante la falta de seriedad.

Mario Mendivil, presidente del conjunto poblano, llevó un proyecto que parecía poco rentable al compartir plaza con Puebla, y lo llevó hasta donde pudo; con escasos recursos, logró sacarle algo de rentabilidad, subsistir en la elitista Liga MX que es dominada por los de solvencia económica, ese proyecto, en la actualidad ya no es sostenible.

Este lunes se llevará a cabo el inicio de la Semana del Fútbol en Cancún, las horas podrían ser eternas en el estira y afloja de la negociación Mendivil-de la Vega por transferir el equipo a la ciudad fronteriza, mientras que el cuadro perteneciente a la Benemérita de Puebla ocuparía el lugar de los Bravos en el Circuito de Plata.

El Estado de Puebla dejó en claro que en el espacio futbolero, sólo tiene cabida un equipo, compartir la afición en sumamente complicado, la poca solvencia y la escasez de recursos lo hace aún más. Lobos BUAP pasó de ser un cuento de hadas, con el discurso y narración sublime, endulzadora, de Rafael Puente del Río a una historia con final catastrófica digno de los Hermanos Grimm.