Por: Israel Castro

El pasado viernes la selección mexicana lo volvió a hacer, volvió a darnos razones por las cuales confiar en este proyecto, en el Tata Martini, en el jugador mexicano, nada más y nada menos que goleando a tu histórico rival jugando de visitante con un estilo de juego que hace mucho no se veía.

Y es que la dirección del Tata Martino lo ha tenido todo, un director técnico con un gran palmarés, serio, trabajador al que le gusta hacer las cosas de la mejor manera, a apenas casi un año de su llegada al Tricolor, sus números no podrían ser mejores, registrando diez victorias y un empate. Pero lo que más ilusiona no son sus números, sino el estilo de juego que se le ve a la selección.

Se han tenido compromisos interesantes en partidos amistosos contra selecciones sudamericanas dando grandes impresiones y destellos de competitividad, se ganó con autoridad una Copa Oro la cual tienes que ganar sí o sí y cada vez el equipo se ve más acoplado y con más variantes.

Cómo no ilusionarte si tu plantilla da para eso, cuentas con futbolistas que están jugando a un nivel impresionante como Raúl Jimenez, jugadores que acaban de emigrar a equipos de primer nivel como Hirving Lozano y como Hector Herrera, futbolistas jóvenes con mucha experiencia que están forjando su camino en Europa como Edson Álvarez o Diego Lainez, jugadores experimentados que le brindan experiencia y sabiduría al equipo como Guillermo Ochoa, Javier Hernández y Andrés Guardado.

Lo único que no tiene contenta a la afición es que antes de la justa mundialista, no habrá ninguna prueba de verdadera exigencia, es lo único que puede llegar a hacer dudar al proyecto del Tata, fuera de eso, el equipo se ve mejor que nunca y la afición, con ganas de trascender y triunfar, el equipo va por el buen camino, los elementos están sobre la mesa, es cuestión de acomodarlos de la mejor manera.