Por: Eduardo Aguilera

La iniciativa de crear una liga mexicana virtual, no es del todo nueva, en España se realizó una competencia similar, que aunque no cuente con el mismo formato el objetivo es el mismo, distraer y entretener al público. Empezando por ahí, los dirigentes saben perfectamente que el deporte cumple la función social de entretener a la gente, y no hay escenario más idóneo que un confinamiento por una pandemia mundial, y a pesar de que no sea lo mismo que el juego en sí, funciona a un grado menor, pero efectivo. 

La gente lo goza, tan es así que Tv Azteca en un principio no se preocupó por transmitir los juegos en sus canales de televisión, creyeron que el soporte virtual sería más que suficiente, pero las buenas actuaciones de los narradores estrellas como Luis García y Christian Martinoli obligaron al canal a transmitir el primer juego en televisión hasta la fecha 3, sin embargo, siguen siendo los favoritos del público ante la “insipidez” de la competencia (TUDN). En narraciones, es casi lo mismo con la liga, de hecho este formato es más flexible en cuanto a los comentarios, es un espacio más lúdico y abierto en comparación con la liga real.

Esto obviamente representa beneficios en diferentes aristas; el primero de ellos es el rating que generan para las cadenas televisas y la apertura a un bombardeo publicitario (los partidos duran aproximadamente 13 minutos, la transmisión una hora, los comentarios extra-partido unos 25 minutos, el resto es mercadotecnia); otro beneficio es para los medios periodísticos o de comunicación, pues al contar con este formato pueden dar notas o diversos trabajos, y así obtener visitas, tener interacción, y ofrecer publicidad; para la sociedad en el que el fútbol es tan sagrado en la cultura mexicana que no importa ver un videojuego a través de televisión, siempre y cuando haya algo que tenga que ver con el balompié. 

Y todo esto para poder amortiguar un poco lo que pueden sufrir los bolsillos de aquellos involucrados en la liga. Por ejemplo, la Liga Mx anualmente genera una derrama de 114 mil millones de pesos anuales según estudio realizado por el Grupo de Economistas y Asociados (GEA), esto implica que por cada partido que no se juegue habría una pérdida de aproximadamente 3,350 millones de pesos, y mientras esté detenido y el dinero no llegue, algo hay que rescatar. 

Pero, ¿será suficiente? Para la gente quizá bastará ver partidos de los jugadores que representan a los equipos, quizá no sea algo que pueda equipararse por el nivel de pasión que maneja el soccer, pero claro que de algo servirá. Lo que no hay que perder de vista es que en la Liga Mx se maneja muchísimo dinero, que es lo que a muchos realmente les importan (trabajadores en los estados o clubes, comerciantes, jugadores, etc.) allí es donde un torneo de videojuegos nunca será la solución.

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