El problema que vive el mundo por el tema del coronavirus ha tocado varios eventos deportivos. Empezaron las cancelaciones de ligas de futbol, F1, preolímpicos, eliminatorias y ahora el aplazamiento de los Juegos Olímpicos.

Estos días las delegaciones de Canadá y Australia mencionaron que si se disputaban los Olímpicos este año no iba a llevar atletas, fue cuando el COI tuvo presión, ya que son de los países mas competitivos en la justa.

Es el primer aplazamiento de unos Juegos Olímpicos de la era moderna en sus 124 años de historia. Debido a las guerras mundiales se cancelaron los de 1916, 1940 y 1944. Justamente los de 1940 le fueron asignados a Tokio, pero cuando Japón entró en guerra con China, el COI decidió que se organizaran en Helsinki en 1941. Finalmente, la Segunda Guerra Mundial pudo con todo.

Por cuestiones de mercadotecnia y de registros comerciales, y porque el logo con el 2020 se ha grabado ya en millones de objetos de recuerdo que aún no han salido de los almacenes, el nombre oficial de los Juegos de 2021 seguirá siendo Tokio 2020.

El mundo del deporte y de la política, y los ciudadanos japoneses, aplaudió el aplazamiento inevitable, aunque ello suponga condenar a la humanidad a un verano sin competiciones deportivas, el gran entretenimiento estacional. 

La llama olímpica, prendida con un rayo de sol en Olimpia llegó el fin de semana a Japón, donde permanecerá encendida e inmóvil hasta que en marzo próximo vuelva a ponerse en movimiento, la llama de la esperanza ahora, en la prefectura de Fukushima, la región que sufrió en 2011 los horrores combinados de un tsunami y un desastre nuclear.